Lugares que visitar en Bali

5 lugares que visitar en Bali

Templo de Tanah Lot

Pura Tanah Lot (Pura significa templo en balinés) es uno de los lugares más emblemáticos para visitar durante un viaje a Bali. Su espectacular ubicación, en un islote rocoso rodeado de olas rompientes, ofrece unas vistas increíbles y la que seguramente es la mejor puesta de sol de la isla. El templo, que se construyó a principios del siglo XVI, es uno de los más sagrados. Por este motivo no lo podrás visitar en su totalidad (tienen unos espacios privados de plegaria). Sin embargo, se puede cruzar a pie hasta el templo principal, siempre que la marea esté baja.

Bosque de los monos

Aunque este lugar puede parecer una especie de zoológico al aire libre, en realidad es un lugar sagrado, un templo y el hábitat natural de más de 1000 macacos de cola larga. El Santuario del Bosque Sagrado de los Monos se encuentra en Ubud (a unos 10 minutos caminando desde el centro de la ciudad) y es un lugar precioso para pasear. Además, la frondosidad de sus árboles refresca el aire, por lo que puede ser buena idea visitarlo durante los días calurosos. Hay varios caminos pavimentados que atraviesan espesos bosques de banianos y árboles de nuez moscada, donde estatuas cubiertas de musgo y antiguos templos asoman entre el denso follaje, dando una sensación casi mística. Hay que ir con mucho cuidado con los monos. Aunque parecen criaturas adorables, no dudarán en saltarte encima para robarte cualquier objeto. Te recomendamos no llevar nada. Y nada es NADA (ni gafas de sol, ni botellas de agua). Es aconsejable evitar el contacto visual directo con los animales y no enseñarles los dientes (por ejemplo al sonreír), ya que pueden ponerse violentos. No hay que ir con miedo, si no llevas nada ni te dedicas a intimidar a los monos, no te pasará nada. Además, en el bosque hay «policías de monos», que controlan a turistas y animales.

Nyang Nyang Beach

En Bali, las palabras «sur» y «tranquilo» rara vez se pronuncian en la misma frase, ya que es la zona más poblada y animada de la isla. Sin embargo, en la playa de Nyang Nyang, en Uluwatu, sí que podrás disfrutar del relax sin grandes multitudes. Arenas blancas, acantilados bordeados de vegetación y la sorprendente ausencia de turistas convierten a este lugar en uno de los secretos mejor guardados. Si te has saturado con las muchedumbres de turistas que abarrotan las principales playas de Bali, Nyang Nyang es ideal.

Arrozales de Tegallalang

A 20 minutos al norte de Ubud, se encuentra uno de los destinos más fotogénicos y visitados de Bali: las terrazas de arroz de Tegallalang. Declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, contiene amplias y onduladas capas de arrozales, que se alimentan gracias a un antiguo y sofisticado sistema de riego. Se puede explorar la zona por libre siguiendo varios caminos. Puede que encuentres lugareños pidiendo donativos o vendiendo postales a lo largo del sendero más popular que atraviesa los campos de arroz, y algunos solicitan tasas por la entrada y el aparcamiento en la carretera. Lo más común es dejar 10 mil rupias, lo que es una cantidad justa si se tiene en cuenta que los visitantes caminan por sus campos, a veces pisando donde no toca. Tegallalang es una atracción increíblemente popular en Bali, por lo que te recomendamos visitar el sitio temprano por la mañana (los autobuses de turistas llegan a partir de las 10), además evitarás las peores horas de sol. Lleva agua y crema solar. Justo en la entrada, al lado de la carretera, hay cafeterías con vistas a las terrazas.

Monte Batur

Un trekking de dos horas por la montaña te llevará al mejor lugar de la isla para ver el amanecer. Y es que la excursión al Monte Batur se hace así, empezando el sendero en la oscuridad previa a la salida del sol para poder contemplar los primeros rayos desde su cima. Este volcán sagrado y activo se encuentra en el distrito de Kintamani, en el altiplano central de Bali, a una hora en coche de Ubud. La excursión, que discurre por senderos bien marcados, es relativamente fácil y suele durar entre dos y tres horas. Se hace con un guía y normalmente te incluyen un desayuno tipo pícnic. En un día despejado, las vistas son espectaculares y abarcan la caldera del volcán, la cordillera circundante y el lago Batur. Es imprescindible llevar calzado de montaña y varias capas de ropa, ya que la temperatura puede ser fresca antes del amanecer.